7 octubre, 2022

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¿Cómo afecta la microbiota a la fertilidad? Factores femeninos y masculinos

Dr. Raúl Arcusa; Grado en Farmacia; Universidad  Católica San Antonio de Murcia (UCAM).


¿Qué son la microbiota y el microbioma? 

La microbiota se define como una comunidad única del conjunto de microbios/microorganismos que residen en casi todos los nichos del organismo. Dicho microorganismos residen en un equilibrio, poseen funciones específicas y es necesaria la presencia de unos niveles adecuados para el mantenimiento de la salud. Por otro lado, el término microbioma se conoce como el material genético que comprende la microbiota, el cual juega un rol esencial en la simbiosis fisiológica normal, así como en la disbiosis patógena. Cada individuo presenta una microbiota particular en las diferentes zona del organismo, la cual se ve directamente influenciada, y puede ser alterada, por diferentes factores como alimentación, edad, ambiente, consumo de antibióticos o estado hormonal, entre otros.

Por otro lado, se ha observado relación entre disbiosis (alteración de la microbiota) y determinadas patologías entre las que se encuentran enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes si la disbiosis afecta a la microbiota intestinal, enfermedades vaginales en el caso de alteración de la microbiota vaginal o patología del tracto genital si consideramos la microbiota del tracto genitourinario.

¿Afecta la microbiota a la fertilidad?

En la actualidad, nos encontramos con unos 50 millones de parejas a nivel mundial que padecen infertilidad y presentan dificultades para concebir, siendo aproximadamente el 50% debido a factores masculinos. Esto se podría clasificar como una epidemia en constante expansión debido a la reducción de la calidad seminal.

Recientemente ha crecido considerablemente el interés por parte de la comunidad científica acerca del microbioma genital y urinario. No obstante, la literatura que explora el papel la microbiota en la fertilidad masculina todavía es escasa. Así, en los hombres se ha observado como la microbiota intestinal difiere de la seminal y de la urinaria, siendo estas últimas similares entre sí, al igual que sucede en las mujeres al comparar la microbiota intestinal con la vaginal y urinaria. Esto sugiere que a nivel individual los microbios de estos nichos adyacentes podrían ser considerados como una sola microbiota urogenital, ya que comparten bacterias tanto en condiciones de salud como de enfermedad.

Respecto a la microbiota intestinal de hombres y su relación con la fertilidad, parece que el género Anaerococcus está relacionado con la fertilidad mientras que los géneros Colinsella, Coprococcus, Lanchnspiraceae, y Ruminococcaceae se asocian a infertilidad. Y cuando se habla de microbiota seminal se ha encontrado que en hombres fértiles abundan Collinsella y Pseudomonas, mientras que en hombres infértiles abundan Aerococcus, Prevotella y Rhodocytophaga.

En el caso de la mujer, la microbiota vaginal, además de presentar variabilidad entre mujeres, cambia en función de las diferentes fases de la vida. Tanto la vagina como el endometrio están poblados principalmente por Lactobacillus que ayudan a conseguir unas condiciones adecuadas de pH que pueden favorecer la fertilidad. El uso de antibióticos o anticonceptivos, pueden modificar y alterar tanto la microbiota intestinal como la vaginal. Además, se ha observado como alteraciones en la microbiota endometrial se asocian con una mayor tasa abortiva, así como con fallos de implantación en técnicas de reproducción asistida.

Los cambios hormonales que ocurren tanto durante como después del embarazo se asocian a modificaciones en la microbiota intestinal materna. Durante el embarazo se producen ciertos cambios en al microbiota intestinal, observándose durante el tercer trimestre del embarazo un incremento de las bacterias productoras de ácido láctico y una reducción de las bacterias productoras de butirato las cuales poseen actividades antiinflamatorias. Pese a que dichos cambios puedan asemejarse a los acontecidos en el síndrome metabólico, en el caso del embarazo estos cambios son positivos y esenciales para la gestación, contribuyendo a un embarazo saludable y desarrollo fetal adecuado. Por ejemplo, el incremento de peso es necesario para satisfacer las demandas del feto en crecimiento.

Respecto a la microbiota vaginal, es conocido como varía durante la vida reproductiva de la mujer, sufriendo variaciones durante el ciclo menstrual. Cuando se habla de un aparato reproductor femenino sano los Lactobacillus son los dominantes. Una función clave de dicho lactobacilos es la activación del metabolismo del glucógeno, que en células epiteliales vaginales se transforma en ácido láctico, generando un pH vaginal ácido, que origina un entorno desfavorable para el crecimiento de bacterias patógenas y por lo tanto previene la disbiosis vaginal.

En cuanto a la microbiota endometrial, sabemos que el endometrio no es un lugar estéril. Los primeros estudios acerca de microbiota endometrial mostraron un predominio de especies de Lactobacillus. Observándose que niveles bajos de Lactobacillus en la microbiota endometrial se asocian a efectos negativos y malos resultados reproductivos, fallo en la implantación y mayor tasa abortiva.

¿Uso de probióticos?

La microbiota parece jugar un rol importante en los sistemas endocrinos y reproductivos. Y gracias al uso de probióticos por vía oral o en forma de óvulos vaginales, especialmente del género Lactobacillus se puede tratar la disbiosis reproductiva de la microbiota. Además, la microbiota parece afectar tanto a la calidad del esperma como de los óvulos. Parece que la detección de alteraciones en la microbiota intestinal, junto con la administración de probióticos, podría mejorar la calidad del esperma y de la microbiota endometrial-vaginal. Lo cual resulta de especial interés a la hora de conseguir unas condiciones adecuadas para favorecer la tasa de embarazo natural, así como durante tratamientos de fertilidad.

 

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